¿Cómo acabar con los malos hábitos de los niños?

¿Buscas cómo acabar con los malos hábitos de tus hijos? ¡Empecemos ya!

Considera los siguientes casos y piensa cuál podría ser la razón detrás de cada acto.

1. Un niño ayuda a un anciano. Cree que debe ayudar a las personas que sufren.
2. Un chico pega a su hermana cuando se opone a él. Cree que así consigue que las cosas funcionen a su manera.
3. Una niña reza a Dios todos los días. Se siente reconfortada por ello. Ella ha experimentado sus beneficios.
4. Un niño roba dinero del bolso de su compañero de clase. Cree que es la mejor manera de conseguir lo que quiere. No necesita pedir/convencer a sus padres para satisfacer sus necesidades.

De todos los casos anteriores, ¿cuál es el factor común que lleva a los niños a hacer lo que hacen?

“COMPRENSIÓN... Opinión sobre el acto”.

Esta es la clave que hay que utilizar cuando se trata de cómo frenar los malos hábitos de los niños. Cuando un niño roba, o tiene un hábito grave, lo primero que debe hacer un padre es no regañarle e intentar cambiar su forma de entender las cosas. Toda acción es un efecto. Y el efecto cambiará automáticamente, una vez que se cambie la causa. En cambio, si te centras en el efecto (acción) y vas por ahí diciendo: “Mi hijo es así; no vale nada, es un ladrón”, ¿qué hace el niño? El/ella decide en su mente, “Dejemos que digan lo que quieran, yo lo voy a hacer de todas formas”. Así, los padres están convirtiendo a este niño en un ladrón aún más. Así que, ¡deja de lado el hecho de que él/ella ha hecho esto y al menos cambia su intención (bhaav) ahora mismo! ¡Cambia las opiniones (abhipraya) dentro de ellos!

Dales una palmadita cariñosa en la cabeza y diles: “¡Ven aquí amigo! ¿Te sentirías feliz (sukha) si alguien sacara dinero de tu bolsillo, del mismo modo que tú robaste a otra persona? ¿Cómo de herido (dukha) te sentirías por dentro en ese momento? Del mismo modo, ¿no sentirá él también el dolor?” Tienes que explicarle toda esa teoría a tu hijo. Cuando pones tu mano sobre él/ella de esta manera hace que el pobre niño se sienta bien. Su corazón se siente tranquilo. Entonces dile, “Hijo, somos una familia muy respetada”, y así sucesivamente. Entonces el cambiara su intención a, “En realidad no vale la pena hacer esto”.

Además, puedes ayudar al niño a aplicar los siguientes pasos para deshacerse del mal hábito.

Paso 1: Cambiar de Opinión

El niño debe creer que no vale la pena robar. Su creencia se hace más fuerte con el paso 2.

Paso 2: Analizar los aspectos positivos y negativos

Que analice qué bien ha recibido al robar y cuáles serían las consecuencias si le hubieran pillado. Por ejemplo, el niño ha robado 10 rupias de la bolsa de su amigo para comprar un caramelo. Puede que se sienta satisfecho/feliz cuando haya podido comprar y comer el caramelo que deseaba. Pregúntale con cariño cómo se sentía mientras robaba. ¿Estaba nervioso por si le pillaban? ¿Pensó en las consecuencias de robar? ¿Se sintió con el corazón ligero o pesado durante todo el proceso? ¿Qué pasará con su reputación en la clase si le pillan? ¿Volverán a confiar en él? etc.

También puedes asegurarle diciéndole que si necesita algo, puede convencer a sus padres para que se lo consigan, en lugar de arriesgarse a muchas consecuencias graves.

Paso 3: Pratikraman (disculpa unida al arrepentimiento)

Pratikraman es un proceso de tres pasos que es explicado por Param Pujya Dadashri, para despejar todos los errores o daños causados a otros. También ayuda a desarraigar las causas kármicas sembradas para la próxima vida.

1. Alochana (Confesión): Recuerda todos los errores cometidos (todos los casos de robo)
2. Pratikraman (Disculparse): Pide perdón al Dios en el que crees (o) a la persona a la que has hecho daño (robando).
3. Pratyakhyan (Resuelve no repetir): Pide fuerza a Dios para no repetir nunca esos errores. De esta manera, los errores serán lavados. El corazón del niño se iluminará, y todo el sufrimiento interior desaparecerá. También obtendrá la fuerza para no repetirlo nunca más.

Paso 4: No proteger los errores

Siempre que el niño repita el error, asegúrate de que no lo protege. Debe aceptar que es su error y que no volverá a cometerlo. Por ejemplo, cuando roba y dice que lo necesitaba para comprar un bolígrafo para el examen y que era necesario en ese momento. Cuando sienten que su robo era correcto para esa situación, están protegiendo ese error. Los errores, cuando se protegen, nunca se van. Por eso, cualquiera que sea la razón, su creencia debe ser que nunca se debe robar. Incluso con esta intención pura (que es la nueva causa), su acción (efecto de la causa/ intención anterior) puede ser errónea. Pero como no están desviando sus acciones, la intensidad de ese error se debilitará y llegará a su fin. Los padres deben ser cariñosos y deben tener paciencia, asegurándose de que el niño está trabajando en el error mediante la aplicación de los pasos anteriores.