Nadie me entiende. Nadie me cuida. Quiero acabar con mi vida. ¿Qué debo hacer?

Las emociones que están relacionadas a una falta de aprecio ‘No me siento apreciado’, a no ser entendido, ‘nadie me entiende’, o no tener apoyo ‘a nadie le importo’ pueden llevar a dudas sobre uno mismo, frustración, soledad y depresión. Cuando nos sentimos muy tristes somos incapaces de mirar tras estos sentimientos negativos, contemplamos vengarnos. Inevitablemente, esto podría llevarnos a pensamientos como, ‘Quiero acabar con mi vida’ como último recurso para obtener algún tipo de reconocimiento de aquellos que nos subestiman.

De hecho, estos pensamientos solo te dañarán a ti, a nadie más. Por no mencionar que quitarte la vida tiene consecuencias muy graves.

En su lugar, debes mirar las causas subyacentes de tu infelicidad.

Es posible que hayas llegado a dudar de lo que otros le dicen, especialmente si es algo agradable.
Estás muy ocupado y distraído con la vida, por lo que no aceptas el aprecio, positivo, que se te muestra.
En el fondo, puedes sentirte indigno del amor de otros.
Las cosas pueden parecer bastante malas para ti, no importa cuántas veces te digan ‘¡Bien hecho!’, ‘Brillante trabajo.’ En tu mente, percibes sus palabras negativamente.
Dudar de uno mismo, inseguridad, una falta de confianza o competitividad son razones que te hacen sentirte subestimado.

Entonces, ¿qué puedes hacer para cambiar eso?

Todo lo que hagas debe hacerse sin esperar nada a cambio. Las expectativas son resultan en dolor y sufrimiento.
Debes realizar las tareas lo mejor posible.
Si necesitas ayuda, entonces pídela. A veces asumimos que la gente sabe que necesitamos ayuda, pero esto no siempre es así. A veces, lo que nos parece obvio puede no serlo para otros.
Sin ser presumido, deja que los demás sepan lo que has hecho y pregúntales qué piensan de ello. Todos están preocupados por ellos mismos. Todos están perdidos en sus propios problemas. Comunicándote con ellos abiertamente, te aseguras de obtener una respuesta.
Lo que puede ser correcto para nosotros podría no serlo para otros. Por ello, comprueba siempre que se requiere para cualquier tarea.
No ser tímido. Aprovecha la experiencia de otros.
La comunicación es el corazón de todas las relaciones, ya sea en la escuela, en el trabajo o en la familia.
Intenta averiguar qué es lo que te hace sentir esa infelicidad – como competitividad, celos expectativas, necesidad de reconocimiento, o falta de confianza.
Si quieres ser apreciado, aprecia lo que hacen otros.
Mira lo mejor en otros – abstente de mirar sus faltas. No jugar el juego de la culpa.
Mantenerse positivo.
Escuchar y acompañar a otros.
¿Por qué no das el primer paso y haces cambios en tu relación con ellos?
Cámbiate a ti mismo. Observarás que otros te seguirán.
Dale felicidad a los demás y también recibirás lo mismo.
Cambia tu mentalidad- adapta tu mente para acoplarse a los demás.
Disfruta de lo que haces. Te darás cuenta que cada vez que haces algo que te guste, lo desempeñarás mejor. Del mismo modo, cuando haces algo que no te gusta, No tendrás muy buenos resultados.

Sobre todo, recuerda que no hay absolutamente ninguna necesidad de continuar sintiéndote así. Averigua y busca las causas que contribuyen a la forma en que te sientes. Si estás comprometido realmente a encontrar una solución a tu dilema actual, seguramente las cosas se resolverán por si mismas. Todo lo que necesitas para alcanzar esto es estar preparado para comprometerte, di lo que piensas sin dañar a otros, y prepárate para manejar las expectativas de los demás y las tuyas. Por último, pero no por ello menos importante, no dudes en pedir ayuda y apoyo cuando lo necesites.

En lugar de sufrir en silencio y regodearse en la autocompasión, es mejor expresar cómo te sientes. Al tener la mente abierta y comunicarte, descubrirás que estás menos molesto, menos estresado y mucho más feliz.

Nadie me entiende. Nadie me cuida. Quiero acabar con mi vida. ¿Qué debo hacer?

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